
El espectáculo está servido. Se supone unas 7 vueltas frenéticas donde todos irán a tope, sin reservas y donde quizá el más inteligente se lleve el gato al agua. Aperitivo de lujo para la tarde de viernes.

Sin solución de continuidad asistiremos a una de las citas más complicadas para los pilotos en toda la temporada: GRAN PREMIO DE MÓNACO. Uno de los grandes premios más antiguos que se disputa en la MRO, desde 1929 cuando Williams ganó con un Bugatti pintado de verde. El trazado tiene un total de 3,34 kms llenos de subidas, bajadas, revirados y curvas concatenadas formando uno de los mayores espectáculos que pueden verse en el automovilismo mundial.
Serán 19 vueltas, con una meteorología que con casi toda probabilidad cambiará a lo largo del gran premio; así que el trabajo de equipo y la estrategia serán clave para el desarrollo de la dura pugna. Suerte para todos...en esta ratonera quizá no gane el más rápido, sino el más precavido.